“No es arte pequeño el de dormir: Para llegar a dominarlo hay que pasarse todo el día despierto«
Friedrich Wilhelm Nietzsche (1844-1900), filósofo.

Cuando uno piensa en los trastornos del sueño siempre piensa inmediatamente en las personas que no pueden dormir lo suficiente pero ¿Qué pasa con los que duermen demasiado? No me estoy refiriendo a personas que estén en al cama más de lo que consideramos normal, sino aquellas personas que se duermen en momentos en los que resulta inapropiado, o que tienen la necesidad de dormir tanto tiempo que les afecta en su vida actual. Esto es lo que se llama «hipersomnias», y es de lo que voy a empezar a hablar hoy, pero seguiré otro día porque es un tema muy amplio.
Pero ¿de que estamos hablando exactamente?
Lo primero de todo es definir de que estamos hablando, porque hay varios conceptos que parecen lo mismo pero no lo son:
Hipersomnia: Necesidad de dormir demasiadas horas durante un ciclo de 24 horas. Se suele utilizar como sinónimo de «somnolencia diurna excesiva».
Somnolencia diurna excesiva o hipersomnolencia: Tendencia a quedarse dormido en lugares o momentos inapropiados.

Fatiga: Falta de energía para realizar una actividad. Se manifiesta durante la actividad al contrario que la hipersomnolencia o la hipersomnia que se manifiestan especialmente en los momentos de reposo.
¿Por qué se puede producir la hipersomnolencia?

La principal causa de hipersomnolencia la hemos sufrido todos alguna vez, especialmente los que tenemos hijos, y es la privación crónica de sueño. Esta privación de sueño puede ser por dormir pocas horas o por no tener un sueño de suficiente calidad. Por tanto, debemos pensar también en enfermedades que puedan interferir con la calidad de sueño, como las apneas del sueño y el síndrome de piernas inquietas, u otras enfermedades médicas que también alteran el sueño como pueden ser las dermatitis (por el picor), enfermedades reumatológicas (por el dolor), problemas digestivos (reflujo, intolerancias digestivas, estreñimiento…) o trastornos respiratorios (asma, rinitis…).

Otra causa frecuente de hipersomnolencia son los fármacos. Entre los más frecuentes en los niños están los antihistamínicos usados para urticarias y alergias, especialmente los de primera generación, pero también otros como los antiepilépticos, relajantes musculares o antidepresivos.
Una vez descartadas las causas anteriores deberíamos plantearnos la posibilidad de estar ante una hipersomnia primaria del sistema nervioso central, que es en lo que me centraré. Como veréis, son unas enfermedades muy misteriosas por lo poco que sabemos sobre ellas. Estas hipersomnias son la hipersomnia idiopática, la narcolepsia y la hipersomnia recurrente o Sd. de Kleine-Levine. Como hablar de las 3 implicaría hacer un post muy largo, voy a explicar las características generales y más adelante haré un post de cada una de ellas.
¿Qué es la hipersomnia idiopática?
La hipersomnia idiopática es una enfermedad que se caracteriza por un aumento de la cantidad de sueño necesaria en 24 horas, con un sueño poco reparador, y una tendencia a quedarse dormido con facilidad. Esta inercia de sueño se conoce también como «borrachera de sueño «, que creo que es un término bastante gráfico.
¿Qué es la narcolepsia?
La narcolepsia es un trastorno de hipersomnolencia en el que se produce una disociación de los estados de sueño, lo cual desencadena unas manifestaciones clínicas muy características.
El síntoma típico y diferencial de la narcolepsia tipo 1 es la cataplejía, que son episodios de atonía producidos por una intrusión de la atonía del sueño REM en la vigilia. El paciente en estos casos sufre una debilidad brusca que le puede hacer incluso caer al suelo, típicamente relacionado con emociones (se caen al suelo tras estímulos como la risa, el miedo, asco…).

Otros síntomas que pueden aparecer son la parálisis del sueño (episodios de despertar sin poder mover el cuerpo), o alucinaciones hipnagógicas o hipnagógicas (Alucinaciones producidas por intrusión de ensoñaciones cuando todavía se está despierto), o los «sueños vividos», que son ensoñaciones que se viven como «muy reales».
Hay 2 tipos de narcolepsia, con cataplejia (Narcolepsia tipo 1) y sin cataplejia (Narcolepsia tipo 2).
¿Qué es la hipersomnia recurrente o Síndrome de Kleine-Levine?
La hipersomnia recurrente es un trastorno que se caracteriza por episodios recurrentes de hipersomnia de días o semanas de duración, acompañados típicamente de hiperfagia (Aumento de la ingesta, aunque también puede haber rechazo de la alimentación), e hipersexualidad (típicamente en varones). También puede haber cambios en la conducta, como apatía o desinhibición.
¿Cómo se diagnostica una hipersomnia?

Como casi todo en neuropediatría, lo más importante es la historia clínica, ayudándonos de la agenda de sueño y de cuestionarios de somnolencia como el de Epworth o de Stanford.
Es importante descartar causas que produzcan una hipersomnolencia secundaria, para lo que puede ser útil la realización de una analítica de sangre (para descartar hiportiroidismo o anemia), y en ocasiones un análisis de tóxicos en orina durante el episodio.
Para valorar trastornos del sueño como apneas o síndrome de piernas inquietas puede ser necesario realizar una polisomnografía. El test de latencias múltiples de sueño puede ser útil para el diagnóstico diferencial de la narcolepsia.

¿Se puede tratar la hipersomnolencia?
Por supuesto. En las hipersomnolencias secundarias lo fundamental será corregir la casusa (apneas, fármacos, etc). En los casos primarios, dependerá de si estamos ante una hipersomnia idiopática o una narcolepsia. Hablaré de ellos más adelante, pero en cualquier caso, lo más importantes derivar al paciente a un especialista en medicina del sueño para su estudio y su tratamiento.
Si os ha gustado este tema, pronto os hablaré de la Narcolepsia, que es uno de los trastornos del sueño más complejos e interesantes que existen (Por lo menos para mi)
¡Felices sueños!